El Gobierno del PSOE lleva a cabo el mayor recorte social de la historia de España, cuyo único objetivo es abaratar el despido y desmantelar el Estado de bienestar para favorecer a los empresarios y a la banca.
Mientras millones de personas han perdido sus empleos y cientos de miles sus viviendas, los bancos han ganado 32.000 millones de euros entre 2008 y 2009. Ante tal injusticia, la respuesta de Zapatero es imponer más recortes, por medio de la reforma de las pensiones y de los presupuestos más restrictivos de la democracia.
El pasado 16 de junio, el Gobierno del PSOE impuso por decreto la reforma laboral con un solo objetivo: abaratar el despido para favorecer a los empresarios.
Reforma laboral que amplia los supuestos en los que los empresarios pueden despedir improcedentemente a los trabajadores con una indemnización de 33 días, a la vez que facilita los despidos por causas económicas, cuya indemnización es de 20 días de salario por cada año trabajado, frente al actual de 45 días.
Reforma laboral con la que aumentará el paro y que convierte a todos los trabajadores en precarios, al imponer la generalización de un contrato con un despido más barato, discrecional a voluntad del empresario y prácticamente sin indemnización. Medidas que facilitan el despido del que tiene empleo y que no acabarán con el paro.
La Reforma laboral no es la última concesión del Gobierno a la derecha política y económica. El 29 de septiembre vamos a dar la vuelta a las cosas. En las anteriores huelgas generales, las trabajadoras y los trabajadores hemos conseguido parar las políticas de derechas.
Ahora también vamos a cambiar la situación: para que la crisis la dejemos de pagar la gente que trabaja y empiece a pagarla la gente que especula, para que la prioridad sea el empleo y los derechos sociales y no el beneficio de la banca.
Por ello el Partido Comunista de España (PCE) plantea la necesidad de la unidad de la izquierda por una Alternativa social y anticapitalista a la crisis, por medio de la defensa de seis puntos:
2. Defensa del Estado social y del sistema público de pensiones.
3. La democratización de la economía y la participación de los trabajadores en la empresa.
4. Apuesta por un cambio de modelo productivo y de organización del trabajo basado en la sostenibilidad social y medio-ambiental.
5. Apoyar una reforma fiscal progresiva que obligue a pagar impuestos a la banca, las grandes rentas y a los poderosos.
6. La defensa de una banca pública y la reforma de la Ley Hipotecaria.