Caducaron los años de desencuentros, de relaciones gélidas, tensas. Hoy el diálogo entre el Partido Comunista de España (PCE) –y también Izquierda Unida– con los sindicatos parece hallarse en mejor forma. El propio partido lo reconoce y lo exhibe como una de sus grandes fortalezas de la 33ª Fiesta del PCE , que comienza hoy y se prolonga hasta el domingo. «Nos ha reencontrado la vida, las luchas. Para nosotros es muy importante. Los sindicatos están cómodos con nosotros y nosotros con ellos. Habrá otros partidos que no puedan decir lo mismo».
Las palabras, ayer jueves, de José Luis Centella, secretario general del PCE, en rueda de prensa en la sede de la Fundación de Investigaciones Marxistas (FIM), evidenciaban la superación definitiva de las diferencias con las centrales, sobre todo con CCOO, que estallaron a mediados de los noventa, con Julio Anguita al frente de IU y del partido, y que comenzaron a restañarse en los últimos años. Mañana, la imagen será concluyente: Centella y Cayo Lara, coordinador federal de IU, participarán en un debate sobre la huelga general del 29-S con Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, líderes de CCOO y UGT. El PCE, como «hijo del movimiento obrero», ha dotado a su Fiesta de 2010 de un carácter «reivindicativo», describió Ginés Fernández, secretario de Comunicación.
Vuelta a Madrid
En la Fiesta, que dirige este año Andrés Díez, la «denuncia» de las políticas de un Gobierno que «hace el trabajo sucio a la derecha» estará presente. «[José Luis Rodríguez] Zapatero ha fallado a los que le votaron, pero no a la banca y a los poderosos», resumió Centella. El PCE también será duro con el PP, sobre todo con la presidenta Esperanza Aguirre, a la que Daniel Álvarez, líder de los comunistas madrileños desde el pasado junio, identificó con los «lugares más oscuros del posfranquismo». El PCE ofrecerá asimismo «alternativa». Y cultura, con el homenaje al poeta Miguel Hernández como pieza central. Habrá presentaciones de libros, conciertos (de Ojos de Brujo, Hotel Valmont, Los Chikos del Maíz), flamenco, mesas redondas… Todo gratis. No habrá que pagar ninguna entrada.
La Fiesta, que en 2009 viajó a Córdoba, vuelve a Madrid. Pero no a la capital y a la habitual Casa de Campo, sino a San Fernando de Henares, municipio gobernado por IU. La celebración ocupará el parque Dolores Ibárruri. Vamos, que el «imaginario comunista está casi completo», decía ayer Álvarez.