Entre gritos de «Zapatero dimisión», UGT y CCOO, junto a Izquierda Unida, han dado una muestra de unidad a once días de la convocatoria de la huelga general para censurar las decisiones del Gobierno ante la crisis económica y su actitud frente a los mercados financieros.
Tras varias mesas redondas y foros de debate, a los que han asistido, entre otros, el ex coordinador general de IU Julio Anguita, el eurodiputado Willy Meyer y el actor Willy Toledo, la huelga general ha acaparado todo el protagonismo.
Los secretarios generales de CC.OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, se han mostrado convencidos de que van a «ganar» la jornada de paros del próximo 29 de septiembre porque, en palabras del segundo, la huelga supone «un envite democrático» contra el recorte social que ha impulsado el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para salir de la crisis.
«Estamos ante un envite democrático muy serio», advirtió Méndez ante cientos de militantes comunistas durante un coloquio organizado en el marco de las fiestas del Partido Comunista de España (PCE) en San Fernando de Henares para pedir el respaldo popular a la huelga. «Esto no es un conflicto de las organizaciones sindicales. Esto es un envite democrático porque tenemos que dar el envite por el futuro», insistió.
El secretario general de UGT apeló a la movilización porque las políticas de austeridad que ha impulsado Rodríguez Zapatero en España «esconden sacrificios para las víctimas y beneficios para los culpables de la crisis» y criticó que el jefe del Ejecutivo se haya «arrodillado» ante los mercados financieros, imponiendo el mayor esfuerzo de los recortes «en quienes menos tienen».
Por su parte, Fernández Toxo aseguró que los sindicatos y la izquierda del país, en referencia expresa a UGT y CC.OO, van a «ganar esta huelga también» y criticó que España haya sido el país que más empleo ha generado en Europa en tiempos de bonanza económica «consolidando la precariedad» de jóvenes, mujeres e inmigrantes en el mercado laboral nacional, algo que, en su opinión, «está en la base» de «la diferencia» de «profundidad» de la propia crisis vivida en España frente al resto de Europa.
«No estamos saliendo de la crisis», advirtió el líder de CC.OO, quien criticó además cómo es posible que el PIB en España haya caído dos puntos menos que en Alemania y se hayan destruido tres veces más puestos de trabajo durante la crisis, al tiempo que lamentó que la UE dejara caer a Grecia y después vinieran los ataques especulativos contra España, Portugal e Irlanda, entre otros.
‘Que Zapatero tome nota’
«Esta es una huelga contra la resignación y la impotencia», insistió el líder de CC.OO. «La huelga es para hacer retroceder la reforma (laboral) y las políticas sociales del Gobierno (…) Vamos a hacer retroceder la reforma laboral. Que no le quepa la menor duda», agregó. «Si la gente nos sigue en España no va a haber retraso» en la edad de jubilación, apostilló, instando a Rodríguez Zapatero a que «tome nota de lo que le ocurrió a Felipe González y a José María Aznar no hace tanto tiempo» en anteriores huelgas. «Vamos a ganar esta huelga», insistió.
Centella y Lara, que intervinieron previamente en el coloquio, también apelaron a la importancia de participar en la huelga. Centella aseguró que el objetivo del coloquio es «dar razones, ser capaces de convencer a la mayoría de este país de la importancia de la huelga». «Sobran argumentos», insistió.
«Esta es la fiesta que va a poner en marcha un gran piquete informativo que desde hoy hasta el día 28 a las 12 de la noche» con el objetivo de que «no haya nadie que no escuche la voz de los sindicatos», explicó. «Estamos ante una huelga en la que nos jugamos mucho», aseguró Centella. «Vamos a ir a la huelga general con alternativas, la alternativa del Partido Comunista», arengó.
Tanto Centella como Lara apelaron a la unidad de la Izquierda después de que el líder comunista advirtiera de que se avecinan «días difíciles» previos a la huelga para intentar desprestigiarla. Lara puso de relieve que «no es tiempo de críticas a los sindicatos de clase» sino «de unidad». «Es el momento de sacar el carné de la Unión General de Trabajadores y de guardar el carné del Partido Socialista», insistió.
Ambos dirigentes de izquierdas criticaron que Rodríguez Zapatero haya impulsado una solución a la crisis que pase por el recorte de la inversión pública y los recortes de los derechos de los trabajadores en lugar de impulsar medidas como un plan de lucha contra la evasión fiscal y una fiscalidad progresiva como ellos defienden y rindieron tributo a la figura del sindicalista Marcelino Camacho en la conquista de avances sociales para los trabajadores.