Camaradas, compañeras y compañeros, amigas y amigos.
Cada vez son más las personas que se dan cuenta: el sistema capitalista no funciona. No hay más que abrir los ojos y mirar a nuestro alrededor.
Las comunistas y los comunistas decimos no a este sistema y apostamos por el socialismo y el comunismo. Y decimos no como mujeres, porque aumenta la desigualdad entre clases, y de género. Porque las mujeres estamos doblemente explotadas.
Un sistema explotador, injusto, que hace pagar la crisis a la clase trabajadora, en especial a las mujeres, en beneficio de los mercados y la gran banca.
Cada vez más, la pobreza tiene rostro de mujer. La crisis ha traído un millón más de personas pobres en España, y la mayoría somos mujeres. Mujeres jóvenes, con cargas familiares, pensionistas e inmigrantes.
Debemos estar alerta y prepararnos para defender nuestros derechos y pasar a la ofensiva.
Nuestras conquistas por la igualdad laboral peligran.
La desesperada búsqueda de empleo nos lleva a aceptar contratos precarios, con peores salarios, peores jornadas y mayor riesgo para la salud,… además de las desigualdades que vienen de atrás, como la brecha salarial, la mayor temporalidad, la menor tasa de actividad, y la menos protección social.
Y frente a todo esto el PSOE, no ha tenido la mínima sensibilidad hacia la situación laboral y social de las mujeres. Se ha limitado a poner en marcha mediadas de apoyo a sectores altamente masculinizados como la construcción y la industria, mientras las ayudas a sectores más feminizados han brillado por su ausencia.
Tras la exclusión social de tantas mujeres vivimos un retroceso de derechos y una nueva ofensiva de la socialdemocracia, la derecha, el poder judicial y la iglesia católica.
Estamos sufriendo un ataque político e ideológico sobre los derechos conquistados por las mujeres, y frente a sus pretensiones decimos: no a la vuelta a casa.
Porque la dependencia económica agravará la situación de emancipación de muchas mujeres, relegándonos a un segundo plano, haciéndonos más vulnerables, con un mayor riesgo de ser sometidas a una pareja que nos maltrate.Porque el raquítico estado del bienestar no avanza sino que retrocede. Menos presupuesto para la ley de dependencia, privatización de los servicios públicos y recorte de las pensiones, lo que nos perjudica especialmente a las mujeres que somos las que finalmente asumimos los trabajos familiares básicos de la vida.
Es necesaria la expansión del gasto social y del estado social para avanzar a mayores cotas de igualdad.
Para la igualdad, es necesario un cambio de modelo productivo que atienda las nuevas demandas y necesidades sociales.
Es necesaria la creación de empleo público, estable y con derechos, que permita en igualdad de condiciones a muchas mujeres incorporarse al mercado laboral.
Es necesario el desarrollo de los servicios de atención a la dependencia y otros servicios de proximidad, que hagan emerger actividades económicas sumergidas.
La transformación de ese trabajo oculto en empleos socialmente reconocidos es indispensable para una sociedad de mujeres y hombres en igualdad.
Camaradas, compañeras y compañeros, amigas y amigos.
Las mujeres debemos ser doblemente revolucionarias:
- Para luchar por nuestros derechos como trabajadoras
- Para luchar contra la explotación sexual
- Porque en nuestra unidad está la fuerza para la lucha
- Por nuestro derecho a decidir sobre nuestro cuerpo
- Por el fin a la violencia machista
- Por el fin al patriarcado
- Para acabar con la desigualdad
- Para que nuestra voz se oiga
- Para hacer mas fuerte al partido comunista, con más mujeres afiliadas, mas mujeres militantes y más mujeres dirigentes
- Para construir una sociedad de personas libres e iguales, que vivan en paz, sin explotación y respetando la naturaleza
Camaradas, compañeras y compañeros, amigas y amigos.
¡Todas y todos a la huelga general el 29 de setiembre!
¡Viva la lucha de la clase obrera!
¡Viva el partido comunista!